viernes, febrero 26, 2010

Hablen, tiene tres minutos (Cortazar)

Hablen, tiene tres minutos.
De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte entre mis dedos un momento,
y bebí una botellas de Beaujolais, para bajar al pozo
donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara cuelgo mi piel
y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.
Excusarás este balance histérico, entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío, llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna la humedad alisa sus patitas de esponja.
Máxime sabiendo
que pienso en ti obstinadamente, como una ciega máquina,
como la cifra que repite interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano, acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de ternura.
Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos, que nos demos
un pétalo, aunque sea un pasito, una pelusa.

lunes, febrero 15, 2010

Aprendizaje sociópata


Nuestro personaje ha pasado un gran tiempo por un camino que le hace bien. Y tiene aquella compañía de la cual ha adquirido grandes técnicas lo que le hace sentir un orgullo importante. Pero está tan metido en ese mundo tan básico que no se da cuenta de lo que la compañía está haciendo. Allí es donde aparece un elemento bastante curioso e interesante.
Está la deliciosa obsesión de esta compañía, esa ansia de hacer a nuestro personaje suyo para siempre jugando con estrategias y tácticas muy inteligentes. Es esa compañía que va a tomar y abrazar a nuestro personaje para no soltarlo jamás. Le muestra aquel sol que más le conviene, le da el consejo que dice que es por el bien de él, cuando es por el bien propio. Es ese maestro que enseña para tener a su alumno eternamente. Es una cárcel. Una cárcel invisible, tan susurrante, tan delicada, tan fina... que si no se encuentra alguna señal de advertencia, jamás advertirás las adversidades del adversario que se advienen.
Atención! porque si nuestro personaje es capaz de captar tales capturas, es posible que el capricho de la compañía se haga una realidad cómoda y única para él. Es la dinámica del conforme.

sábado, febrero 13, 2010

El problema de encontrar un tema para escribir


El problema de andar buscando un tema para poder escribir es que por mucho que lo busques, al tema siempre le va a dar con esconderse. Es una búsqueda que nunca rinde frutos, porque este individuo nunca saldrá a la luz mientras estés tras él.
Es por eso que hay que usar la gran trampa, o sino estarás toda tu vida en la misma dinámica. Y no querrás pasar toda tu vida sin un tema. Todos tenemos algo que decir en algún momento y si no tienes nada que decir, desaparecerías. Es el miedo latente en cualquier individuo.
Es por eso que debes tranquilizarte y sentarte es tu lugar favorito, hacer cualquier otra cosa y el tema se aburrirá de estar escondido, saldrá a la luz y lo podrás atrapar. Es fácil, los temas son buenos para esconderse, pero no son muy ágiles. Una vez que los encuentras, difícilmente se te irán.