martes, marzo 21, 2006

Triste Maravilla

Días de luces e ilusiones.
El despegue es increíble y el viaje maravilloso.
Se siente la vida misma al cien por ciento y te haces mejor persona.
Descubres cosas en ti que nunca pensaste que habían dentro de esa cáscara,
bajo esas mil y una malditas máscaras que el resto te obliga a poner.
La dicha misma ha tocado tu puerta, eres quien eres y da lo mismo.
Eres feliz así.

El problema es el aterrizaje. Para algunos no es tan grave.
Para otros, el tren de aterrizaje no sirve, viéndonos obligados a pegarnos un porrazo.
El porrazo de los tontos, el porrazo de quienes creen que su vida está en los cielos.
No se recuerda el viejo dicho "todo lo que sube debe bajar".
Y la ceguera nos juega una mala pasada.

El porrazo nos deja con heridas, y duelen mucho.
Y lo que más arde, como sal en una herida abierta, es darnos cuenta que todo ese lapsus
ha sido un sueño de Tristes Maravillas.

lunes, marzo 20, 2006

El Despojo

Rabia
Angustia.
Impaciencia.
Ambigüedad.
Sentimientos que aparecen cuando llegamos a un lugar
donde el camino se divide en dos.
Ves la bifurcación a lo lejos, cada paso
trata de apurarse con impaciencia
y a la vez trata de retrasarse a causa de la angustia.
El sentimiento de ambigüedad, esa cosa extraña de no saber
cuál será tu alternativa (y la de otros) hace aparecer
otro sentimiento tan básico como lo es la rabia.
Celos.
Avaricia.
Sentimientos que aparecen cuando creemos que nos van
a despojar de algo, o de alguien.
Los celos son la sombra de la avaricia.
Difícil es abnegarse cuando deseamos.
Y se vuelve a la angustia.

viernes, marzo 17, 2006

Destino

Hay veces que las cosas se nos dan de determinada manera.
Lo increíble es que esas cosas se dan en el momento justo en que deberían pasar.
Hay preguntas sin respuestas aún.
Pero las coincidencias se encargarán de quitar ese velo.
Así nos daremos cuenta cuál es nuestro camino.
Un camino que lleva nuestro nombre.
Un camino que nos cuesta entender
porque sus piedras a veces nos hacen desviarnos,
o aparecen rocas muy complicadas de superar.
De todas formas, de alguna manera, el camino principal nos atrae.
Aquel camino que bautizamos como
destino.