sábado, noviembre 19, 2005

Alma encerrada


Una fuerza que está latente.
Es interior y puedes controlarla, a veces.
Pero forma parte de la naturaleza y de la identidad propia.
Allí no hay nada que se pueda hacer.
No puedes renunciar a eso, porque te completa.
El hecho es que eso te hace incompatible o compatible según sea el caso.
No lo puedes domar, una fiera salvaje que siempre lo será.
Si la ignoras, tan grande será la herida que deje en el alma que no te dejará vivir.
Vendrá la transpiración, la desesperación, la taquicardia, la respiración anormal.
Cicatrizará sin problemas cuando se deje en libertad.
Es lo que te hace persona.
Una fuerza latente que explota cuando la encierras.

sábado, noviembre 05, 2005

Autocrítica

En todo proceso siempre se presentan dos caminos.
Por un lado se abre la opción de aprender y por otro se abre la opción de la tentación.
En el caso de la tentación, las cosas salen bien y fáciles, pero con trampa.
En el caso del aprendizaje, tu capacidad se renueva y te haces mejor.
Los espejos y su autor, El Lápiz, no escapan a este proceso.

Es por eso que los primeros parecían débiles espejos de la realidad.
Débiles espejos que tenían un valor mucho más grande que los espejos que hoy puedo apreciar.
Tenían un alma propia y probablemente un aporte.

¿Cuál es el aporte de estos espejos con un pedazo de mi alma?
Plagios de ideas que le robo a Don Realidad, que firmo con una parte de mi.
Para eso hay máquinas que retratan lo verdadero instantáneamente, cajas oscuras por dentro que le desgarran pertenencias al mundo.

"Dibujar bien es fácil, lo difícil radica en el aporte".

¿Habré botado un pedazo de mi alma al imprimir plagios en el Universo del Papel?

viernes, noviembre 04, 2005

Así es el tiempo

El virus llamado Cronos nos carcome uno de nuestros tesoros más preciados.
Nos lo arranca, nos lo despoja. Sus garras no perdonan.
Aquellas imágenes fantasiosas que vivían en nuestra mente van desapareciendo.
Y son pocos los que logran ocultarse de este temible enemigo.
Los que han logrado salvarse, poco les ha quedado, pero han logrado usarlo, madurarlo.
Y allí Cronos perdona la deuda y presta ayuda hasta el fin.
Pero los que no lo han logrado olvidan una parte importante de su ser.
Se vuelven máquinas y borran de su mente aquello que le entrega magia a la vida.
Así es que hay que poner en práctica ese viejo dicho:
"Si no puedes con tu enemigo, únetele".