Soledad

Según lo que he observado, existen 3 tipos de soledades.

Hay una soledad buena, que te permite contactarte con tu yo interior, una soledad que te abre caminos, que te hace meditar, una soledad que te permite crecer. Una soledad que en cierta manera te alegra.

Hay otra soledad que la califico como la mala, una soledad despedazadora, la cual te hace caer en la cuenta que no hay nadie a tu lado. No existe aquella persona con quien poder evacuar aquellos sentimentos que como una mano aprisionan tu garganta y revuelven tu estómago. Una soledad triste y devastadora.

Por último está aquella soledad que a veces es la más destructiva y que la llamo la soledad virtual. Esta soledad llega cuando te das cuenta que estás rodeado de personas, pero te sientes completamente solo. Una soledad que también es destructiva por lo demás. Una soledad desesperante, que te hace tiritar de miedo y de angustia. No hay nadie, pero allí están. Terrible, ¿no?. Es como el Dilema de Hedgehog, o el Dilema del Erizo; el erizo (puercoespín) para demostrar su afecto debe acercarse a sus pares, pero mientras más se acerca, más les hace daño. Un tipo de soledad virtual bastante grave.

Eso es lo que me gusta de estos espejos, son almas encerradas que no le tienen miedo a estas cosas, están solas, pero siempre hay alguien que los puede observar para sacar de allí un pedacito de aquellos sentimentos que el autor allí imprimió. Una soledad compartida, llena de mística.

¿Sabían que descubrí tres tipos de soledades?