lunes, febrero 15, 2010

Aprendizaje sociópata


Nuestro personaje ha pasado un gran tiempo por un camino que le hace bien. Y tiene aquella compañía de la cual ha adquirido grandes técnicas lo que le hace sentir un orgullo importante. Pero está tan metido en ese mundo tan básico que no se da cuenta de lo que la compañía está haciendo. Allí es donde aparece un elemento bastante curioso e interesante.
Está la deliciosa obsesión de esta compañía, esa ansia de hacer a nuestro personaje suyo para siempre jugando con estrategias y tácticas muy inteligentes. Es esa compañía que va a tomar y abrazar a nuestro personaje para no soltarlo jamás. Le muestra aquel sol que más le conviene, le da el consejo que dice que es por el bien de él, cuando es por el bien propio. Es ese maestro que enseña para tener a su alumno eternamente. Es una cárcel. Una cárcel invisible, tan susurrante, tan delicada, tan fina... que si no se encuentra alguna señal de advertencia, jamás advertirás las adversidades del adversario que se advienen.
Atención! porque si nuestro personaje es capaz de captar tales capturas, es posible que el capricho de la compañía se haga una realidad cómoda y única para él. Es la dinámica del conforme.

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