viernes, noviembre 04, 2005

Así es el tiempo

El virus llamado Cronos nos carcome uno de nuestros tesoros más preciados.
Nos lo arranca, nos lo despoja. Sus garras no perdonan.
Aquellas imágenes fantasiosas que vivían en nuestra mente van desapareciendo.
Y son pocos los que logran ocultarse de este temible enemigo.
Los que han logrado salvarse, poco les ha quedado, pero han logrado usarlo, madurarlo.
Y allí Cronos perdona la deuda y presta ayuda hasta el fin.
Pero los que no lo han logrado olvidan una parte importante de su ser.
Se vuelven máquinas y borran de su mente aquello que le entrega magia a la vida.
Así es que hay que poner en práctica ese viejo dicho:
"Si no puedes con tu enemigo, únetele".

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